Mujer y con una media de edad de 55 años. Es el perfil del voluntario de Cáritas Diocesana en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, según el análisis de la Memoria 2018 de la organización humanitaria de la Iglesia católica. Además se trata de un voluntariado muy estable y con una gran continuidad en su tarea, con personas que ya llevan muchos años colaborando con la institución. En concreto son 893 en los 17 Arciprestazgos.
Tres puntos destacan por su cantidad de voluntarios, dato que demuestra las necesidades que existen en esos lugares. En primer lugar, Taco, un ámbito geográfico perteneciente al municipio de La Laguna con una característica de aluvión demográfico, sobre todo de inmigrantes, los últimos años. Allí ejercen su labor 150 voluntarios. Junto a los de Aguere como tal (57) y los La Cuesta (34) suman en el término municipal un total de 241.
La segunda cifra destacada es la de la capital tinerfeña. En sus parroquias realizan esta labor solidaria integradas en Cáritas 130 personas. En el Centro (70), Ofra (33) y La Salud (27). Núcleos con mucha población y grandes desigualdades sociales.
Por último, sobresalen asimismo los 113 voluntarios de La Orotava. La solidaridad cristiana está tan presente allí como los problemas sociales en un delicado equilibrio.
El voluntariado es un elemento esencial de la identidad de Cáritas, su base y sus cimientos. Compromiso con los demás «desde una opción radical y la gratuidad del amor que nace de la fe». Esas casi 900 personas constituyen un pilar de la organización al llevar a la práctica un Modelo de Acción Social. Porque el voluntario «acompaña, promueve, soporta, potencia, posibilita, dinamiza, detecta, valora a la persona y dice sin palabras que se puede contar con ella; pero no la suple».
Para Cáritas «la formación es un factor fundamental de cara al compromiso de nuestro voluntariado; por eso, a lo largo del año se ofrecen diferentes espacios de formación inicial y permanente, que ayudan a mejorar la acción de la persona voluntaria». El Papa Francisco resume: «Caminar por la vida sin dejar huella no sirve para nada. En la vida hay que caminar como caminó Jesús de Nazaret, dejando huellas que marcaron la historia. Huellas que dan vida. Eso solo puede suceder comprometiéndose». Y Cáritas potencia un voluntariado con cuatro características claves: comprometido, activo, capaz de organizarse y coherente.
Apoyar y acompañar en un caso concreto: el CIE de Hoya Fría
El testimonio de P.N., voluntaria de Cáritas y perteneciente al proyecto de voluntariado en el Centro de Internamiento (CIE) para extranjeros de Hoya Fría, permite acercarse a una manera de ver el mundo: «Desde hace casi dos años, un grupo de personas estamos yendo semanalmente al CIE de Hoya Fría. Puedo decir que el primer día estaba intranquila, nunca había estado en un centro de internamiento, no sabíamos muy bien qué hacer ni cómo seríamos recibidos. La realidad fue que no tuvimos que hacer nada especial. En ese momento había en torno a 30 o 40 personas, la mayoría de Senegal. Nos presentamos diciendo que éramos voluntarios de Cáritas, que estábamos allí para escucharlos y ver qué necesidades tenían. La respuesta fue una gran sonrisa y el agradecimiento de aquellos que no teniendo nada son capaces de dar aún lo que no tienen. Pero la realidad es que, a lo largo de este tiempo, hemos ido viendo que la situación de estas personas que en los últimos meses se amontonan -porque ellos aguantan y el espacio no- es cada vez peor. Cada sábado nos encontramos con los mismos problemas: no tienen ropa adecuada, no han podido hablar con sus abogados, la comida es escasa… Y nosotros lo vivimos con una gran impotencia, A pesar de ello creemos que poder verlos y saber de sus necesidades y anhelos es una forma de dar voz a los que no tienen voz porque, ¿quién se preocupa de estos pequeños?».
«Tu compromiso mejora el mundo»
«Hazte voluntario. Entra a formar parte de nuestro equipo, en la parroquia, en tu municipio o en tu isla. Ayúdanos a lograr un mundo más justo y solidario». Así publicita Cáritas su llamada al voluntariado bajo el lema Tu compromiso mejora el mundo. La colaboración puede llegar a la organización de muchas maneras pero desde la misma aclaran: «30 euros al mes ayudan a una familia en situación de vulnerabilidad a comprar productos de primera necesidad; 60 euros sirven para pagar el desayuno de una persona en un recurso alojativo durante un mes». Una aportación necesaria pero tal vez incluso menor respecto al calor y la ayuda directa, de persona a persona. De unas -lo hacen de manera voluntaria, o sea porque quieren, en un doble sentido también el del amor que sienten por los otros- a quienes están en situación vulnerable.
Publicado en el periódico El Día
Actualizado 8 julio, 2019