La Acción Social en Cáritas Diocesana de Tenerife
Cáritas actúa en distintos ámbitos, con los colectivos más vulnerables y excluidos. Desarrollamos proyectos y acciones de apoyo, acompañamiento y promoción de la persona. Denunciamos las injusticias sociales, y contamos con un "Equipo Técnico Interdisciplinar transversal", financiado por el Cabildo de Tenerife, que apoya los procesos de las personas participantes en todos los proyectos. Además, desarrollamos campañas que profundizan en las causas de la pobreza, haciendo propuestas de alternativas más justas. Así, la Acción Social en Cáritas trata de dar a conocer a la comunidad cristiana y al conjunto de la sociedad las situaciones de desigualdad y los efectos de la pobreza, tanto en nuestro país como en el mundo, a través de campañas institucionales, materiales de sensibilización y divulgación.

¿Cuál es nuestro modelo de Acción Social?
El Modelo de Acción Social (MAS) no es un conjunto de recetas o una colección de soluciones para la acción social. Es un fundamento y una calzada que sólo adquiere sentido al ser pisada, al ser transitada por las personas y las comunidades. Nos gustaría decir, de manera plástica, que el MAS no es un documento terminado al que, por tanto, sólo le falta que lo apliquemos, sino que sólo existe y tiene fecundidad si lo construimos al ser vivido y experimentado. No es una metodología para la acción social, es un horizonte, una perspectiva y una presentación para cualquier acción que pretenda dignificar a los últimos de nuestro mundo.
Dicha perspectiva crece desde unos fundamentos densos y
arraigados en la verdad, como nos pide Cáritas en veritate (Cfr. n.2). La dignidad de la persona y el Amor de Dios que nos mueve y sustenta en la Iglesia es signo y testimonio para los pobres y excluidos de una realidad nueva y trascendente. Como bien nos advertía Pablo VI, “entre evangelización y promoción humana (desarrollo, liberación) existen efectivamente lazos muy fuertes” (Evangeli nutiandi, n.31) que deben cimentar la acción de los cristianos.
Estos cimientos nos permiten releer y redescubrir la realidad empapada de oportunidades, preñada de capacidades y posibilidades para el Amor y el compromiso social en todas las personas.

No se trata de realizar distinciones entre excluidos y agentes de la acción sociocaritativa, sino de comprendernos todos, implicados en una misma realidad desde historias complementarias, a la vez que asimétricas y diversas.
Todas las personas somos responsables, todas las personas tenemos capacidades para recrear el mundo, todas las personas tenemos el derecho y el deber de ser escuchadas, de ser partícipes de ese mundo nuevo que intentamos día a día esculpir. El MAS, por tanto, es una perspectiva cimentada en la verdad del Amor de Dios que se plasma en el encuentro entre personas. Son estos relatos de acompañamiento, de diálogo y compromiso mutuo los que dan sentido a nuestra acción.