Cáritas Diocesana de Tenerife: solidaridad de largo recorrido

Proyecto Pilares

La página web de Cáritas Diocesana de Tenerife invita a pensar por un momento en las matrioskas, esas muñecas rusas que guardan otras en su interior. De la primera surge una segunda más pequeña, y de la segunda una tercera, y de la tercera… Algo así ocurre con el listado de proyectos de esta organización católica en la Isla. Hay seis grandes líneas de trabajo (mayores, empleo y formación, vivienda, adicciones, cooperación y migraciones, y el gabinete jurídico), pero después vienen actuaciones más concretas. Del primer campo, cuatro iniciativas; del segundo, otras cuatro…

Según mantienen desde el colectivo, su labor va más allá de las medidas puntuales de caridad. «Nosotros como entidad siempre trabajamos el acompañamiento integral de las personas; son procesos, y unos usuarios tardan más y otros menos», señalan sobre la función que se realiza con ellos. «Desarrollamos el proceso a lo largo de todo el año; somos un poco como las urgencias: estamos abiertos las 24 horas los 365 días», apuntan.

No solo por lo anterior la suya es una solidaridad de largo recorrido, sino también por su antigüedad. Su primera asamblea en Tenerife data de 1952. Fue una etapa en la que resultó crucial la «ayuda social americana», que permitió el reparto de toneladas de alimentos y ropa. A aquello le siguió un cambio de rumbo. «En la década de los 70, junto a las actividades propias de la entidad (formación profesional, promoción de grupos marginados y desarrollo de servicios sociales complementarios) se empezó a dar prioridad a la atención y animación de la comunidad», explican en la web. Y siguió creciendo: el centro Guajara, el Hogar de Pensionistas Padre Anchieta… En la actualidad hay más de un centenar de Cáritas parroquiales.

«Se está poniendo el acento en los últimos años en el tema de la vivienda y el empleo», indican al ser preguntados por la relevancia de los diferentes ámbitos de actuación. En el caso alojativo, en total son nueve recursos específicos (Café y Calor, María Blanca, Guajara, San Antonio de Padua, Ayelén, Ciprés, Lázaro, Atacaite y Base 25). «Todo esto está pensado para dar alternativas habitacionales a personas con perfiles que no tienen acceso a la vivienda, bien porque no cuentan con ingresos suficientes o porque el mercado laboral les impide acceder a un alquiler normalizado».

La importancia del voluntariado

El Proyecto Mila, el Proyecto Pilares, Tenerife en Verde y Barrios por el empleo: juntos más fuertes -el conocido programa del Cabildo tinerfeño- son las acciones de la rama laboral. ¿Y para los mayores? Hay cuatro línea específicas: Hassidim, Las Nieves, Emaús y el Programa de Acompañamiento en Domicilio. Por su parte, Drago y Casa Sol son dos formas de responder ante las adicciones. «Cáritas actúa en distintos ámbitos con los colectivos más vulnerables y excluidos. Desarrolla proyectos y acciones de apoyo, acompañamiento y promoción de la persona. Denuncia las injusticias sociales», expone la entidad. «La Acción Social en Cáritas trata de dar a conocer a la comunidad cristiana y al conjunto de la sociedad las situaciones de desigualdad y los efectos de la pobreza a través de campañas institucionales, materiales de sensibilización y divulgación».

Una pieza clave para que el funcionamiento de esta organización -que en los últimos años ha sido distinguida en los Premios Cepsa al Valor Social- salga adelante es la de los voluntarios, según destacan desde la institución. Solo en la provincia de Santa Cruz de Tenerife son más de 900 y llevan a cabo un trabajo fundamental. Precisamente este miércoles fue el Día Internacional del Voluntariado, el día de todos ellos.

 

                                                                                                                                                                        Publicado en el periódico El Día

Actualizado 12 diciembre, 2017