Hermanos y hermanas.
Agentes de Cáritas, que trabajan en la acción social de la Iglesia o que regalan su tiempo. A todas las personas que son de Cáritas.
Feliz Navidad.
En estos días vamos a tener la oportunidad de mirar aquel “portal” en el que cupo Dios entero en la debilidad de un bebé recién nacido. No fue en la confortable zona de maternidad de un hospital universitario, sino en un establo. Al final de la fila de las posibilidades de alojamiento. Un niño nacido en dificultad. Sin embargo, desde su debilidad ha cambiado la historia, convirtiéndonos en sujetos de transformación social, en constructores de la ciudad de Dios, en defensores de los derechos que soñó desde la eternidad para todo hijo o hija de mujer. Si digo que “te deseo una feliz Navidad”, puede que no quepa en la expresión lo que deseo de verdad para ti y para tu familia. Las palabras tienen esos límites.
Porque lo más ilimitado de un corazón es el deseo, el anhelo, la esperanza. Y como es ilimitado, eso quisiera que alcanzara alas tan potentes que hicieran alzarse los brazos de la felicidad que Dios quiere para ti. Lo dicho. Les siento personas cercanas. Pido por cada una de ustedes a la Mamá de Dios.
Feliz Navidad
Actualizado 21 diciembre, 2021