El empleo creado en España, tras cinco años de recuperación económica sigue marcado por la precariedad y la exclusión. Desde 2014, más del 90% de los contratos registrados son de duración limitada, lo que unido al incremento de la volatilidad de los contratos temporales, la reducción de su duración, el aumento del encadenamiento de contratos y de la jornada parcial, nos conduce a un escenario donde «disponer de un empleo ya no es sinónimo de integración», como dice el último análisis de la Fundación FOESSA, Exclusión estructural e integración social. Una situación social que se agrava por el elevado y profundo número de personas en situación de desempleo (3,3 millones; 47% con más de 1 año en paro) y con más de 1 millón de hogares (1.052.800) con todos sus miembros activos en paro. (EPA, 4T 2018).
ITD [una iniciativa promovida por en nuestro país por Cáritas, Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Justicia y Paz, Juventud Estudiante Católica (JEC) y Juventud Obrera Cristiana (JOC)] prioriza, para este año, abordar la precariedad laboral, su impacto en la trayectoria vital de los trabajadores y de las trabajadoras, de las familias, y en la propia cohesión social. Articulará, de forma transversal, en todos sus ámbitos de incidencia previstos la denuncia sobre la indecente precariedad que descarta a millones de personas al acceso a un «trabajo decente y no de cualquier modo», en palabras del Papa Francisco.
El Primero de Mayo, por segundo año consecutivo
Un primer eje de trabajo será realizar, por segundo año consecutivo, la celebración del Primero de Mayo, fiesta de san José Obrero y Día internacional de los trabajadores y las trabajadoras, con la convocatoria de vigilias de oración, la elaboración de un manifiesto sobre el sentido creador del trabajo y para denunciar las causas de la falta del trabajo decente, así como para animar a participar en las actividades convocadas, en esta línea, por las organizaciones sindicales.
Jornada Mundial por el Trabajo Decente, quinto año de convocatoria
Un segundo eje se centrará en la convocatoria de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, el 7 de octubre, para insistir en la importancia de cumplir con el objetivo número 8 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 relacionado con la extensión del empleo digno, clave para el progreso humano, la reducción del hambre, la pobreza, las desigualdades, y el cuidado de la casa común. Para ITD es el quinto año de consecutivo comprometida con esta jornada, que es además compartida con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el movimiento sindical mundial y el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos, se convoca en las diócesis del país, durante ese mes de octubre, numerosos gestos y actividades de sensibilización y denuncia.
Comunicación y adhesión
La iniciativa ha diseñado su estrategia de comunicación para ofrecer y acercar las convocatorias, las acciones, los materiales y las reflexiones tanto a la comunidad cristiana como a la sociedad civil. También persiste en su empeño de acercarse a entidades, grupos o realidades parroquiales para presentar sus objetivos, sus tareas y favorecer la adhesión a la iniciativa.
Dos citas importantes para el mundo del trabajo
Además, ITD estará atenta a dos citas importantes para el mundo del trabajo. En el mes de junio, al «parlamento global» coincidiendo con el centenario de la OIT. Un diálogo iniciado por la OIT desde una orientación que comparte ITD: para un futuro de trabajo decente, es esencial priorizar a las personas. En el mes de noviembre, al cumplirse los 25 años del documento La Pastoral Obrera de toda la Iglesia, de la Conferencia Episcopal Española.
La iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente surge en España en el año 2015 haciendo suyo el objetivo impulsado por la Santa Sede, la OIT y organizaciones de inspiración católica, de colocar explícitamente el «trabajo decente para todas las personas» entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Actualizado 14 febrero, 2019