Hoy, 5 de diciembre, es el Día Internacional del Voluntariado, un día para reconocer, agradecer y celebrar la labor solidaria y generosa que realizan miles de personas voluntarias en nuestros pueblos y ciudades. No son invisibles pero su acción huye de protagonismos. Son personas con nombre y apellidos, personas como ustedes que comparten su tiempo y sus dones porque tienen grandes sueños de amor, de justicia, de fraternidad, y con sus vidas los hacen realidad.
Tras la pandemia sanitaria, la tarea que ustedes realizan ha cobrado aún más valor, y ahora más que nunca, les necesitamos. Vivimos tiempos difíciles. La desesperanza, el miedo y el dolor pasean por nuestras calles y corremos el riesgo de que la indiferencia se convierta en nuestro particular escudo protector. Nos enfrentamos a una emergencia de inhumanidad, de sufrimiento y de soledad, y necesitamos verles, sentirles, escucharles, para que no se nos endurezca el corazón.
Hoy queremos reconocerles lo importante y necesaria que es la labor que realizan, su tiempo, su dedicación. Hoy reconocemos su donación, ese dar que es tan importante como ser capaces de recibir de todas las personas con las que comparten camino. Hoy queremos agradecerles su mirada cálida y su sonrisa, tan necesarias en este tiempo tan crispado, y en el que tantas personas sufren por enfermedad, por falta de empleo o vivienda, por falta de recursos.
Sin ustedes cualquier sociedad es más pobre y tiene menos horizontes. Y hoy, también queremos celebrar como comunidad, como una gran familia capaz de abrazar y festejar con alegría, que entre todas las personas podemos sostener y hacer posible la esperanza y hacer un mundo mejor, si dejamos espacio en nuestra vida para amar, soñar y compartir lo que somos y tenemos con generosidad.
Gracias, gracias, gracias.
Actualizado 5 diciembre, 2022