Como muchos otros palmeros, José y Reyes estaban empezando a disfrutar de ciertas comodidades después de una vida llena de trabajo, esfuerzo y sacrificio. Con sus modestas fincas de plátanos y unas propiedades que compartían con la familia, no podían imaginar que sus sueños se desvanecerían en apenas unas horas, las que tardó el volcán de Cumbre Vieja en destrozar su futuro.
“Fueron momentos de mucha angustia, sobre todo al principio, porque realmente no sabíamos qué podía pasar”, relata Reyes, quien junto a su marido a varios miembros más de su familia se refugiaron en un primer momento en una de los modestos almacenes de una de sus fincas de plátanos.
Evacuados de urgencia
Su barrio, el Pampillo, en la zona de Todoque, fue uno de los primeros en ser evacuados de urgencia aquel trágico domingo 19 de septiembre. “No pudimos coger más que unas cuantas cosas, aunque pensábamos que quizá nos dejarían volver en otro momento”, explica José, que ha perdido no solo sus pertenencias, también su trabajo y principal sustento, ya que se dedicaba al cultivo del plátano de forma autónoma.
“Pasamos una noche muy mala en la finca, porque escuchábamos las explosiones muy cerca y pensaba que en cualquier momento nos podía caer una piedra”, sostiene Reyes, que junto a cinco personas estuvo varios días viviendo en distintos espacios en condiciones indignas, hasta que entraron en contacto con varios técnicos del equipo de Cáritas Diocesana de Tenerife en La Palma.
Fueron ellos quienes gestionaron su traslado hasta los salones parroquiales de la parroquia del Carmen en la Villa y Puerto de Tazacorte, cedidos por la Diócesis y acondicionados por Cáritas. Se trata de estancias que se usaban para catequesis y para las comunidades neocatecumenales, en los que ahora han sido realojadas José, Reyes y otros tres familiares más, una solución de emergencia hasta que puedan ser alojados en una vivienda en las próximas semanas. “Gracias a Cáritas y la Iglesia he recuperado las ganas de vivir y puedo dormir más tranquila”, recalca Reyes, quien pide al Señor que el volcán no siga destrozando más cosas en su isla. “A nosotros no nos quedó nada, pero estamos aquí y vamos a tirar hacia delante, porque lo más importante es que no le ha pasado nada a nadie”.
Acondicionamiento de viviendas
Entre las principales acciones que Cáritas Diocesana de Tenerife están llevando a cabo en el marco de su campaña de emergencia y solidaridad con la isla de La Palma, se encuentra la creación de una línea de atención telefónica para damnificados/as de la erupción, así como un correo electrónico al que se pueden dirigir los afectados. De igual modo, se está dando respuesta a necesidades concretas de personas y familias que fueron desalojadas de sus viviendas y actualmente se encuentran realojadas, tales como colchones, mantas, almohadas, productos de higiene personal, así como apoyo puntual con necesidades básicas de alimentación y vestuario.
También en materia de Vivienda, con las aportaciones y donaciones recibidas, se están habilitando y acondicionando algunas de las viviendas que han sido cedidas para los desalojados tanto por particulares como por la Diócesis Nivariense, en lo que se refiere a albañilería, pintura, equipamiento, mobiliario, etc.
Cáritas Diocesana de Tenerife, a través del mencionado Gabinete de Gestión de Crisis, está planificando ya una serie de acciones a medio y largo plazo, en coordinación con las distintas administraciones locales y el Cabildo de La Palma.
Actualizado 18 octubre, 2021