Nuestro delegado diocesano, Juan Pedro Rivero, nos anima en este inicio del nuevo curso a construir una comunidad que sueña. A ser más pueblo y construir con ello un estilo de vivir más solidario e inclusivo para todos.
Queridos amigos/as:
Aprovecho para saludarles a todos y a todas al inicio de este nuevo curso pastoral. Lo hago en nombre propio y de todo el equipo directivo.
Hace unos días me comentó el responsable del Departamento de Comunicación que el delegado episcopal suele colocar en la web de Cáritas Española un mensaje al inicio del curso. “Nuestro delegado -me dijo- no debería ser menos”. La verdad es que, más allá de replicar actitudes de otros, es cierto que al iniciar el curso deberíamos reconocer que acontece algo nuevo. Nuevo y distinto, siendo parecido a lo pasado. Porque el tiempo que vivimos es un don original y exclusivo. Y vale la pena elevar una plegaria al Dios de la Vida para que seamos capaces de soñar esta novedad.
Y digo soñar porque es el marco en el que se insertará la Campaña Institucional de este curso: “Construimos una comunidad que sueña. #Seamosmáspueblo”. Y no hablamos del sueño que produce el cansancio, sino del sueño que se despierta con el deseo y la ilusión. ¿No nos suenan aquellas palabras dirigidas por el Papa a los jóvenes de Cuba? “Atrévanse a soñar”. Sin sueños no hay vida. Sin expectativas el presente es ocre. Hay que soñar un mundo justo y garante de los derechos, aunque ese sueño sea tildado de utópico. Quien no sueña no camina. Nadie se apunta a un viaje no soñado. Hemos de soñar.
Les traslado la concreción que nos proponen desde Madrid. Se puede decir de forma diferente, pero no se puede decir mejor. Al comenzar el curso nos toca:
· Construir una comunidad que sueña y que vela, cuida y protege la dignidad y los derechos humanos de todas las personas.
· Construir una comunidad que sueña y quiere vivir hermanada con la Creación y que va dando pasos en la toma de conciencia para cuidar mejor la casa común.
· Construir una comunidad que sueña y que con su aportación a la sociedad construye y propone un estilo de vivir más solidario e inclusivo, que genera espacios de diálogo y encuentro.
¿Nos ayudamos a soñar? ¿Nos atrevemos a soñar? Que este nuevo curso sea una ocasión para hacer realidad nuestros sueños, descartando la tentación de considerar que “(…) los sueños, sueños son”, y reconociendo que tú y yo, y que cada participante, somos el sueño de Dios.
