Braulio De Jesus Dos Passos llegó a Cáritas Diocesana de Tenerife hace apenas un año, convencido de la necesidad imperante de ayudar a las personas más vulnerables, y aportar, “aunque sea un pequeño grano de arena”, para “facilitar el camino a quienes enfrentan el duro reto de migrar y empezar de nuevo”.
De 30 años de edad y originario de Villa de Cura, un encantador pueblito situado en el municipio Zamora, en el estado venezolano de Aragua, Braulio se graduó como abogado en 2015 en la Universidad Experimental Rómulo Gallegos. Profesionalmente, en su país, a pesar de las dificultades y la convulsa situación social, trabajó principalmente en su estado natal, en las áreas del Derecho Penal, Civil y Mercantil. “En 2019 decidí emprender una nueva aventura fuera de Venezuela, estableciéndome en España junto a mi hermana, aprovechando que ambos tenemos pasaporte portugués por mis padres”.
Los inicios no fueron sencillos, ya que apenas pudo convalidar un par de asignaturas y tuvo que volver a estudiar casi toda la carrera de Derecho en España, como ocurre a tantos otros profesionales latinoamericanos que llegan a nuestro país. Su tesón y esfuerzo, no obstante, le ayudaron en el proceso, al igual que Cáritas, de la que afirma que “siempre había sido una organización que ha marcado profundamente mi vida”.
La necesidad de aportar
“Desde que recuerdo he sentido la necesidad de ayudar y orientar a las personas, porque creo firmemente en la importancia de aportar, por poco que sea, especialmente en el ámbito jurídico y personal”, relata el joven abogado, cuya primera parada en Tenerife fue el grupo de Cáritas Joven. “En Cáritas Joven no solo adquirí conocimientos valiosos, también tuve la oportunidad de compartir mis ideas y aprender sobre los diversos recursos de la entidad. Esta etapa fue esencial, sentando las bases de lo que está siendo este enriquecedor viaje dentro de Cáritas”, denota Braulio.
Su curiosidad y ganas de aportar más en la institución le llevaron en solo unos meses a involucrarse en otros departamentos de la Casa, como Movilidad Humana, y el proyecto que se desarrolla en el ámbito de las migraciones, “Construyendo Comunidad”. “Participar en charlas y actividades en este contexto está siendo tremendamente gratificante y me permitió expandir mis horizontes de manera significativa”, explica el joven letrado.
Al mismo tiempo que seguía con sus estudios de Derecho y preparaba su Trabajo de Fin de Grado, Braulio se incorporó como voluntario al Gabinete Jurídico y el proyecto «Enlace” de Cáritas Diocesana de Tenerife, un proyecto que ofrece asistencia jurídica a personas con alta vulnerabilidad de derechos, además de fomentar su capacitación y formación para mejorar su autonomía y participación activa en la sociedad.
Un paso clave en su carrera
“Mi incorporación al Gabinete Jurídico de Cáritas ha sido un momento clave en mi carrera. Aquí puedo combinar mi formación jurídica con mi pasión por el servicio social”, afirma Braulio, quien destaca que “la oportunidad de trabajar directamente con personas en situaciones vulnerables y escuchar sus historias transformó mi enfoque de la práctica legal”.
“He aprendido la importancia de la escucha activa, la empatía y la capacidad de adaptarme a diferentes situaciones, lo que me ha hecho no solo un mejor abogado, sino también una persona más comprensiva y empática”, incide.
Bajo la guía del responsable del Gabinete Jurídico de Cáritas Diocesana de Tenerife, Luis Díez, Braulio ha podido enfrentarse a la compleja realidad de quienes necesitan asistencia legal cuando se les vulneran derechos fundamentales, lo que le ha servido para profundizar en su comprensión de “los desafíos humanos y emocionales que tiene el ámbito del Derecho”. Esta experiencia me ha enseñado a aplicar teorías legales a casos reales, enriqueciendo mi práctica profesional y humanizando mi enfoque profesional”.
Al mismo tiempo, su participación en el proyecto «Enlace» y el compartir con otras personas migrantes y personal técnico de la entidad, le ha añadido “otra dimensión a mi experiencia”. “El proyecto me mostró el poder de construir redes de apoyo fuertes y cómo el trabajo en equipo puede crear soluciones integrales y efectivas para los desafíos comunitarios. Esta experiencia ha sido una revelación sobre la importancia de la unidad y la cooperación en el ámbito social y humanitario”, agrega Braulio.
Agradecimiento
Para el abogado venezolano, “este tiempo en Cáritas no hubiera sido lo mismo sin el apoyo y la guía de personas maravillosas como Noelia, Raquel, Arancha o Luis, además de todos los compañeros y compañeras y el equipo directivo que integran esta hermosa institución”. A todos y cada uno de ellos y ellas, mi más sincero agradecimiento por hacer de Cáritas la gran institución que es”.
Volviendo la vista atrás, Braulio destaca el camino recorrido, “un camino lleno de aprendizajes, desafíos y satisfacciones”. “Mi paso por Cáritas no solo está siendo un servicio a los demás, sino una oportunidad inigualable para crecer y madurar en muchos aspectos de mi vida”.
Por eso, comparte su historia esperando “que sirva de inspiración para aquellos que deseen marcar una diferencia en el mundo”. “La experiencia en Cáritas me ha enseñado que, con dedicación y pasión, podemos generar un impacto positivo en la vida de los demás y en la nuestra propia”, concluye.