Vanessa y Moisés no podían ni imaginar que el pasado 19 de septiembre una erupción volcánica les cambiaría la vida. Como otras muchas personas damnificadas por el volcán de La Palma, llevan años trabajando y esforzándose para tratar de dar a sus hijas el mejor ejemplo posible. Sin embargo, y después de las dificultades que habían tenido que superar durante la pandemia por la Covid-19, el destino todavía les deparaba algo aún más terrible, como fue perder todas sus propiedades debido a la colada volcánica que ha arrasado buena parte del barrio palmero de La Laguna, donde residían junto a otros familiares y amigos.
“Perdimos la casa, un pequeño apartamento que teníamos alquilado y una finquita de plátanos”, asegura Moisés, quien junto a su mujer y a sus dos hijas han sido realojados en la Casa Parroquial de Puntagorda, cedida por el padre Cosme Piñero, párroco del municipio. “Después de estar alquilados en Tazacorte, ya no podíamos seguir pagando y la situación era insostenible”, explica Vanessa, quien insiste en que “las niñas necesitaban una estabilidad y volver al colegio”. “Gracias al padre Cosme y a Cáritas ahora podemos volver a empezar, y por mis niñas vamos a salir adelante como sea”, recalca Vanessa, quien confía en que la erupción cese y La Palma pueda regresar a la normalidad.
Fondos solidarios
Cáritas Diocesana de Tenerife ha acondicionado y amueblado la vivienda donde ahora residirá el matrimonio y sus hijas, con fondos procedentes de la Campaña de Emergencia y Solidaridad con la isla puesta en marcha por la entidad unos días después de que se iniciara la erupción volcánica.
La entidad ha atendido ya de forma directa a más de 130 personas damnificadas, la mayor parte de las cuales han perdido su vivienda o han tenido que ser desalojadas debido a la erupción volcánica. Entre las principales acciones que se están llevando a cabo con las donaciones recibidas está el dar respuesta a necesidades concretas de estas personas que fueron desalojadas y que actualmente se encuentran realojadas, tales como colchones, mantas, almohadas, productos de higiene personal, así como apoyo puntual con necesidades básicas de alimentación y vestuario. Igualmente, se ha dado apoyo económico a las familias para la compra de esas necesidades, a través de tarjetas de supermercado y tarjetas solidarias bancarias.
Acciones de emergencia
También en materia de Vivienda, con las aportaciones de la campaña se han habilitado y acondicionado varios espacios parroquiales cedidos por la Diócesis Nivariense, en lo que se refiere a albañilería, pintura, equipamiento, mobiliario, etc. Cáritas Diocesana de Tenerife, de igual modo, ha concedido ayudas de emergencia y ayudas al alquiler a algunas familias damnificadas por esta grave tragedia natural, que afecta a más de 7.000 personas en los municipios de El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte, especialmente.
La entidad eclesial, a través de su Gabinete de Gestión de Crisis, está planificando ya una serie de acciones a medio y largo plazo, en coordinación con las distintas administraciones locales y el Cabildo de La Palma. También, a nivel interno, se están coordinando las acciones con las Cáritas parroquiales para una atención específica e integral a las familias afectadas por el volcán. Además, se han entregado mascarillas en centros educativos e institutos de la zona.
En esta misma línea, Cáritas Diocesana de Tenerife tiene previsto reforzar las acciones que llevaba a cabo en la Isla en materia de Vivienda y Empleo, y potenciará su equipo técnico psicosocial y jurídico para tratar de dar respuesta a las necesidades que vayan planteando las personas y familias afectadas por esta catástrofe natural. Seguimos sumando nuestros esfuerzos y recursos a los de los agentes sociales e instituciones presentes en las zonas afectadas y de toda la Isla, compartiendo con ellos el compromiso y la solidaridad que nos mueve como Iglesia.
