A nadie se le esconde que la acción de Cáritas, encaminada a la expresión del amor y a la transformación social, está condicionada y modelada por diferentes factores. En primer lugar, como es evidente, por el contexto social en el que desarrolla su tarea; el momento histórico y el lugar geográfico constituyen coordenadas de especial relevancia.
En segundo lugar, por las opciones estratégicas que la institución se propone para responder más eficaz y eficientemente ante los desafíos planteados por las situaciones que encara. Y en tercer lugar, por el apoyo social que logre recabar de la sociedad a través de sus individuos, colectivos, instituciones y organizaciones.
Estos últimos años, hemos sido testigos de una profunda transformación del rostro de Cáritas en nuestra isla de La Palma. La acción estable y mantenida en el tiempo de nuestras Cáritas parroquiales se ha visto enriquecida por otros proyectos y acciones que han ido reconfigurando nuestras prioridades e intervenciones.
Afán de continuidad
El trabajo en las zonas, que hasta ahora había ocupado la mayoría de nuestros esfuerzos, ha quedado potenciado por la presencia estable de una animadora insular. Ello ha posibilitado un apoyo más cercano e intenso a nuestros equipos parroquiales. El proyecto «Clara», que estaba orientado a la inserción laboral de la mujer, ha encontrado una continuidad estable y global en el proyecto «Mila», que coloca la búsqueda y promoción para el empleo como una de nuestras prioridades estratégicas.
Desde finales del 2016, además, se ha realizado una opción decidida por la atención a los últimos y no atendidos en el colectivo de personas en exclusión residencial extrema. Para ello, la Unidad Móvil de Atención en Calle y los centros de Día de los Llanos de Aridane y Santa Cruz de La Palma, así como el Hogar «Joel Álvarez», se han revelado como instrumentos necesarios.
La situación que ha vivido nuestra isla a partir del 19 de septiembre de 2021 con la erupción del volcán Tajogaite supuso un desafío inmenso a nuestra Cáritas. El equipo del proyecto de la Emergencia Volcánica constituyó nuestra respuesta urgente, pero también estable, a dicho reto. A él se unió el trabajo en los grupos de escucha promovidos por Cáritas y los Religiosos Camilos.
Acciones estratégicas
El trenzado de opciones y acciones, determinado por nuestro contexto social y asumido en nuestras decisiones estratégicas, ha sido amplio y complejo: los grupos de Cáritas de base; la coordinación de las zonas; la respuesta a la emergencia volcánica; la atención a las personas en exclusión residencial extrema; las búsquedas activas de empleo; las colaboraciones de ámbito internacional (iniciativas puntuales ante emergencias; apoyo más estable a Cáritas Mauritania, etc). Todo este conjunto ha ido transformando el rostro global de Cáritas en nuestra isla.
Sin embargo, todo ello no habría sido posible sin un trabajo coral. Un trabajo que tiene como base un amplio voluntariado que, ejemplarmente, ha derrochado y sigue derrochando tiempo, buen hacer y entusiasmo en la tarea. Un trabajo que encuentra encaje en las prioridades que Cáritas Diocesana de Tenerife ha querido dar a su intervención. Un trabajo que ha sido posibilitado tanto por el apoyo de donantes y colaboradores individuales como de un amplio numero de colectivos (instituciones públicas, empresas, organizaciones, asociaciones,…) que, con sus fondos y su colaboración, han constituido el soporte social de nuestra acción durante estos años.
Voluntariado y colaboradores
A ellos quisimos rendir homenaje y agradecimiento en un pequeño acto que organizamos el pasado 15 de septiembre. Fue una ocasión para que Cáritas en La Palma pudiera agradecer tanto bien recibido. Nuestra gratitud está revestida de asombro. Al realizar el balance, comprobamos que más de 1.200 colectivos han sostenido nuestra acción. Ello supuso una dificultad sobrevenida: se nos imposibilitó nuestro deseo de tener un detalle con dada uno sin que se vieran mermados significativamente nuestros fondos; ponernos en contacto con todos se convirtió, igualmente, en una tarea titánica.
Sin embargo, no hemos dejado que estos obstáculos ahogaran nuestro deseo inicial de ser agradecidos. La eucaristía en la Parroquia de San Francisco de Asís de Santa Cruz de La Palma constituyó el primer momento significativo de esa gratitud. Un pequeño encuentro en el Patio de los Naranjos del antiguo Convento franciscano completó la jornada. Fue un momento simple, pero entrañable, para visionar un pequeño resumen de nuestras acciones; para encontrarnos los voluntarios y voluntarias de la isla, y para disfrutar de la presencia aquellos colaboradores que pudieron hacerse presentes.
No obstante, creemos que es un deber de justicia dejar constancia de quienes tanto nos han apoyado y estamos seguros que seguirán haciéndolo. Gracias a todos por sostener nuestro intento de mostrar nuestra fe en Dios al estilo de Jesús: en el servicio. Muchas gracias porque ustedes son para nosotros mucho más que una ayuda.
Cáritas en La Palma
Actualizado 22 septiembre, 2023