En un mundo donde la vulnerabilidad y la exclusión social siguen siendo desafíos persistentes, Cáritas Diocesana de Tenerife emerge como un faro de esperanza para muchas personas, a través de sus distintas acciones y proyectos. Uno de ellos es el denominado proyecto «Enlace», financiado por la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud del Gobierno de Canarias.
El mismo consiste en la asistencia jurídica a personas con alta vulnerabilidad de derechos, y destaca por su enfoque individualizado e integral, especialmente en lo que se refiere a la formación. No en vano, se brinda capacitación a los participantes, equipándolos con habilidades y conocimientos esenciales para mejorar su autonomía y participación activa en la sociedad. Estas formaciones abarcan desde la educación en derechos y deberes, hasta habilidades prácticas para la vida cotidiana y el mundo laboral.
Formación continua
De igual modo, el proyecto también se dedica a la formación continua de los equipos técnicos y agentes de Cáritas Diocesana de Tenerife, en áreas relevantes como los derechos humanos, el asesoramiento legal o las metodologías de trabajo social efectivas.
Además, también se realiza atención individualizada, al objeto de evaluar detalladamente las circunstancias únicas de cada participante. Estas incluyen aspectos sociales, económicos y legales, permitiendo así un abordaje más efectivo y humano. De hecho, el asesoramiento personalizado es fundamental en este proceso, ya que ofrece orientación y consejo legal adaptado a cada situación. Este enfoque no sólo busca resolver problemas inmediatos, también empoderar a las personas participantes, brindándoles herramientas y conocimientos esenciales para navegar por los sistemas legales y de protección social.
Enfoque inclusivo
Entre los aspectos más destacados del proyecto «Enlace» en 2023 está el impacto significativo en la asistencia a personas en situación de exclusión, con un especial enfoque en la inclusión de género. Así, el 59% de los participantes atendidos fueron mujeres, lo que refleja el compromiso del proyecto en abordar las necesidades específicas de este grupo demográfico.
El proyecto, que se ha implementado en las islas de Tenerife y La Palma, también ha permitido la incorporación de personas voluntarias, abogados/as y traductores, lo que ha enriquecido el asesoramiento legal y mejorado la comunicación con las personas acompañadas.
Actualizado 28 febrero, 2024