Cáritas Diocesana de Tenerife, en el marco de su proyecto “Base 25”, ha detectado durante este verano un notable incremento en el número de ‘ocupaciones sobrevenidas’ en diferentes viviendas de la Isla. En esta línea, el personal técnico de la entidad diocesana asegura que durante la época estival, y especialmente en el área metropolitana y la zona sur de Tenerife, han aumentado los casos de personas que, habiendo alquilado un piso, pagado fianza y adelantado mensualidades, se han encontrado con que estas viviendas no eran propiedad de sus arrendadores, sino que están inmersas en procesos de ejecución hipotecaria.
Las víctimas de estas ‘ocupaciones sobrevenidas’ se encuentran con que han afrontado un gasto y adelantado dinero para poder firmar el contrato de alquiler, pero quien les firma dicho contrato no tiene legitimidad para hacerlo, con lo cual no tienen ningún derecho sobre el inmueble arrendado, ya que el documento es considerado fraudulento. Así, “estas personas son doblemente víctimas, ya que han sido estafadas por sus arrendadores y se ven inmersas en viviendas sometidas a lanzamientos hipotecarios”, explican desde el Gabinete Jurídico de Cáritas Diocesana de Tenerife.
Los juristas de la entidad explican que “hay varias casuísticas por las cuales se dan estas situaciones. Por un lado, se dan casos de personas que han alquilado una vivienda que entra en ejecución hipotecaria y el banco, cuando la reclama, se da cuenta de la presencia de inquilinos. Por otro lado, hay casos en los que quien ejerce de arrendador no tiene la propiedad de la vivienda. En ambas situaciones, los contratos son considerados fraudulentos y las víctimas de estas ‘ocupaciones sobrevenidas’ tienen poco margen de maniobra, encontrándose en absoluta indefensión”.
Falta de legitimidad
En los casos detectados por Cáritas Diocesana de Tenerife se han visto involucradas personas que habían arrendado una vivienda por cantidades entre los 300 y los 400 euros. En ninguno de ellos se ha detectado mala fe de los inquilinos, que creían la legitimidad esgrimida por los arrendatarios de sus viviendas. “La búsqueda de una solución para estas ‘ocupaciones sobrevenidas’ es difícil, puesto que las personas han adelantado importantes cantidades de dinero para afrontar el inicio del alquiler y se encuentran sin margen económico para buscar una nueva vivienda”, subrayan desde el Gabinete Jurídico de la institución humanitaria.
Todas estas actuaciones de Cáritas Diocesana de Tenerife se enmarcan dentro de su nuevo proyecto “Base 25”, financiado por el Cabildo de Tenerife, cuyo objetivo es prevenir y evitar el sinhogarismo en la provincia de Santa Cruz de Tenerife.
Cáritas Diocesana de Tenerife tiene cerca de 40 años de experiencia en el acompañamiento de personas en situación de sin hogar desde diferentes recursos (trabajo de calle, acogida, acompañamiento, servicios de día, dispositivos residenciales). En 2016, la entidad atendió a 495 personas, dando alojamiento y cobertura en sus necesidades básicas a 322 personas.
Actualizado 15 septiembre, 2017