Desde Cáritas Española se nos hace una invitación clara a estar en continuo proceso de revisión. El impulso confederal pone en valor el trabajo de las Cáritas parroquiales y la incidencia y fomento de procesos de formación, dignificando la atención que se presta. Ello, en el ámbito local, se concreta en una serie de acciones:

• En volver la mirada a la acción social de base, potenciando y reforzando la labor del voluntariado.
• En revisar la atención que estamos dando actualmente desde “la mirada de dignidad”.
• En el trabajo en red con otras entidades, para fortalecer a las personas, aunando esfuerzos, realizando una intervención integral y evitando la duplicidad de servicios. Se trata no tanto de cubrir necesidades concretas, sino de generar en las comunidades otras formas de relacionarse.

Desde esta perspectiva, nuestra tarea es subsidiaria: no debe estar centrada en ayudas, sino en la ESCUCHA y el ACOMPAÑAMIENTO, priorizando el trabajo comunitario y la generación de redes de apoyo mutuo; apostando por un modelo integral de trabajo y la coordinación entre los diferentes agentes implicados, siempre en clave de oportunidad.