Imagina un jardín, vasto y hermoso, donde cada flor, cada árbol, cada criatura, tiene su lugar. Este jardín es nuestra casa común, el planeta que compartimos. El Papa Francisco, con su mirada sabia, nos recuerda que somos jardineros de este hogar, responsables de su cuidado y belleza.
En la Catedral de La Laguna, Cáritas ha abierto una ventana a este jardín, una exposición que nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con la Tierra y con nuestros hermanos. Cada imagen, cada palabra, es un recordatorio de que somos parte de un todo, que nuestras acciones tienen un impacto en el delicado equilibrio de la vida.
Cuidar la «Casa Común»
Cáritas, con su labor incansable, nos muestra que cuidar la casa común es también cuidar de los más vulnerables, de aquellos que sufren las consecuencias de nuestra indiferencia. Sus manos, como las de un jardinero experto, siembran semillas de esperanza, cultivan la solidaridad y cosechan gestos de amor.
En este jardín compartido, cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar. Podemos elegir ser jardineros que riegan con respeto, que abonan con justicia y que podan con sabiduría. O podemos ser aquellos que arrancan las flores, que talan los árboles y que contaminan el agua.
Despertar conciencias
La exposición de Cáritas en la Catedral de La Laguna es una invitación a despertar nuestra conciencia, a reconocer nuestra responsabilidad y a actuar con valentía. Es un llamado a construir un futuro donde la casa común sea un reflejo de la bondad y la generosidad que llevamos en nuestro corazón.
Creo que será un complemento perfecto a un templo en el que las imágenes de la Pasión se irán incorporando progresivamente, y de cuya devoción y culto no está lejana la ecología integral. No podemos olvidar que la Pasión de Jesús comenzó también en un huerto, en un jardín de dolores, donde sus amigos se caían de sueño.
Esta exposición tal vez nos despierte.
Juan Pedro Rivero González
Delegado de Cáritas Diocesana de Tenerife
Actualizado 21 marzo, 2025