«Yo te acojo, tú me acoges”». Este es el lema de la XXVIII Escuela de Formación Social (Escuela de Otoño), que se ha celebrado durante la jornada de hoy en el colegio Pureza de María de Los Realejos. Cerca de 300 personas -entre voluntarios, técnicos, colaboradores, sacerdotes, religiosos y diáconos- se han dado cita en este tradicional encuentro de agentes de la institución. En esta ocasión, desde Cáritas Diocesana de Tenerife se ha debatido sobre “los nuevos modelos de acogida”, en los que se pone en juego el diálogo, la escucha activa y el reconocimiento de la persona acompañada como sujeto y protagonista de su proceso personal.
De igual modo, el encuentro ha profundizado en cuestiones como la protección, promoción y bienestar de las personas o familias acogidas por la entidad. Esto implica atender no solo necesidades materiales, también aspectos como el afecto, la participación social, la creatividad y la espiritualidad. Además, se han abordado temas como la acogida de las realidades sociales y familiares diversas; la acogida desde la mirada de género y el respeto a la dignidad e individualidad de la persona; la riqueza intercultural, el trabajo en red con otras entidades e instituciones y el fenómeno del edadismo referido a la discriminación y los estereotipos negativos y estigmatizantes hacia las personas mayores por su edad.
Talleres de escucha y diálogo
Así, la Escuela incluyó una serie de talleres impartidos, entre otros, por expertos como Francisco Aperador, técnico del Equipo de Inclusión de Cáritas Española; Miguel Sosa González, docente y miembro del Grupo de Pastoral de la Diversidad Sexual (PADIS) de la Comunidad de Vida Cristiana (CVX); Almudena Iglesias, técnica del Programa de Inclusión Social de Cáritas Diocesana de Salamanca. Junto a ellas, también participaron distintas personas de los equipos de Inclusión, Vivienda, Empleo y Economía Solidaria, Mayores y Promoción y Animación a la Comunidad de Cáritas Diocesana de Tenerife.
La Escuela, que nace del compromiso social de Cáritas y sus agentes, también contó con espacios de encuentro y confraternización, así como una Eucaristía y una actuación musical a cargo del grupo católico “d2n2”.
La apuesta por la formación de los agentes que conforman la familia de Cáritas es una realidad que se hace patente en la vida institucional y se posiciona como una de las prioridades de la institución, con el objetivo principal de “cuidar para saber cuidar mejor”.
Compromiso social
La realidad obliga a analizarla y comprenderla para poder descubrir en cada momento cómo Dios sigue revelándose, especialmente en los más pobres. No en vano, las situaciones y los tiempos son cambiantes… las necesidades, por tanto, también. Por ello, las personas con y por las que trabaja Cáritas esperan respuestas significativas, integrales y liberadoras que remuevan las causas de las situaciones de injusticias con la participación de quienes tratamos de hacer de este mundo un espacio más humano, acogedor y justo.
Esto supone un motivo suficiente para que las personas que viven su compromiso de fe en Cáritas le dediquen esfuerzo, tiempo y ganas a prepararse, capacitarse y formarse, según las claves evangélicas y en comunión con el pensamiento social de la Iglesia.
Cáritas Diocesana de Tenerife, además, apuesta por abrir la mirada del entendimiento y del corazón para dejarnos transformar por la realidad que nos interpela. Así, proponemos caminos para adaptar nuestro estilo de vida, nuestra manera de actuar, a lo que esta realidad nos pide. Nos guía el Espíritu que se manifiesta en cada uno de nosotros y en comunidad, que nos impulsa y da aliento para vivir la misión al estilo de Jesús y sus discípulos.